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Contractura del cuello, ¿cómo aliviar el dolor?

Las contracturas cervicales son una de las patologías contracturas musculares más frecuentes relacionadas con el estilo de vida. Las...
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Las contracturas cervicales son una de las patologías contracturas musculares más frecuentes relacionadas con el estilo de vida. Las posturas, las actividades cotidianas, el estrés, la tensión y la falta de ejercicio son factores que predisponen la aparición de contracturas musculares en el cuello. En los casos más graves, el dolor y las molestias pueden manifestarse en otras zonas del cuerpo como la espalda, la cabeza y los brazos. En POR UNA VIDA ACTIVA vamos a conocer los motivos que predisponen a sufrir una contractura del cuello, el tratamiento para aliviar el dolor y sus síntomas y hábitos para prevenir el dolor de cervicales.

Contractura de cuello: ¿Qué es la contractura cervical?

La zona del cuello o región cervical conecta el cráneo con la columna. Aunque es una zona relativamente estrecha y desprotegida, a través de ella discurren múltiples estructuras: huesos, cartílagos, músculos, fibras, ligamentos, tendones, vasos sanguíneos, nervios…

Debido a su compleja estructura, es más propensa a sufrir lesiones como la contractura cervical. Este tipo de contractura se agrava por hábitos de vida poco saludables. Un claro ejemplo es pasar muchas horas frente al ordenador en el trabajo con una mala postura.

 

contractura del cuello

 

La musculatura del cuello es la responsable de proporcionar estabilidad y movilidad a la cabeza. Un movimiento brusco o posturas inadecuadas pueden ocasionar tensión y estrés en las fibras musculares.  Por ello, las malas posturas son uno de los principales motivos de contractura cervical ya que promueven el acortamiento de los músculos cervicales y rigidez de cuello propiciando la aparición de contracturas cervicales.

Principales síntomas de la contractura del cuello

El síntoma más característico de la contractura cervical es la cervicalgia, que es el nombre médico para el dolor de cuello.

En las contracturas cervicales, suelen ser palpables unos “nudos” o contracturas en la zona del cuello, el trapecio, los hombros y la espalda. También afecta a la columna vertebral que presenta un aumento de la sensibilidad.

La tensión y contracción sostenida del músculo puede desencadenar espasmos musculares.

 

contractura cervical

 

Todos estos síntomas llevan a una disminución de flexibilidad y del rango movimiento del cuello. Además, la contracción de las fibras de los músculos origina una fatiga que no permite extender los brazos mucho tiempo.

Todos estos síntomas pueden propiciar la aparición de otras molestias relacionadas con la contractura cervical. Un ejemplo es el mareo cervicogénico y la cefalea (dolor de cabeza). El motivo de la aparición de este tipo de mareo y cefalea es la anatomía del cuello. Por el cuello transcurren nervios y vasos sanguíneos. La contracción sostenida de un músculo en esta zona puede reducir el flujo sanguíneo en el cerebro y alterar las conexiones nerviosas hasta la columna, con las consecuentes alteraciones y mareos.

Cuando la contracción da lugar a la compresión de alguno de los nervios también puede producir molestias como hormigueo de brazos, de la mano y dedos y zumbidos en los oídos.

La contractura cervical puede afectar en el día a día y limitar la relación de ejercicios cotidianos debido al dolor generado y la falta de flexibilidad.

Contractura cuello: Principales músculos afectados.

Son varios músculos los que conforman la musculatura del cuello:

  • El platisma.
  • El esplenio cervical.
  • El esternocleidomastoideo.
  • El largo del cuello.
  • El escaleno anterior, medio y posterior.
  • El digástrico.
  • El estiloideo.
  • El milohiodeo.
  • El geniohioideo.
  • El esternotiroideo.
  • El omohioideo.
  • El esternotiroideo.
  • El tirohioideo.

De todos estos músculos, las contracturas cervicales se dan con más frecuencia en el músculo trapecio, el angular y el esternocleidomastoideo, siendo el trapecio el más afectado.

Cuando el trapecio o los otros músculos están afectados por contracturas musculares, podemos notar dolor y molestias en el cuello y en otras zonas del cuerpo, como los hombros, la cabeza y la espalda.

Causas más frecuentes de las contracturas cervicales

Las contracturas cervicales son frecuentes en adultos y la mayoría se deben a lesiones que afectan a huesos o músculos.

Tanto hombres como mujeres pueden verse afectados por contracturas cervicales, aunque las mujeres tienen mayor propensión.

Una contractura cervical suele aparecer cuando se da una tensión excesiva en las fibras que origina una contracción involuntaria de los músculos. Esta contracción del músculo se mantiene en el tiempo y puede deberse a diferentes causas.

Uno de los principales factores está relacionado con el estrés y el nerviosismo. El estrés puede provocar contracción muscular a través de los nervios y generar dolores y molestias por contracturas en el cuello.

 

cervicalgia

 

Las malas posturas juegan un papel protagonista. Como explicamos al principio, una mala postura frente al ordenador durante las largas horas de trabajo es motivo frecuente de aparición de contractura cervical. Por ello, es especialmente importante asegurar que en el puesto de trabajo el mobiliario sea anatómico. De esta manera, nos será más fácil mantener la espalda y columna rectas. También es importante que la mesa tenga la altura adecuada para evitar una excesiva elevación de hombro y brazo.

 

 

dolor de cuello

 

Las malas posturas también son frecuentes al dormir. Tanto el colchón como la almohada deben adaptarse a la anatomía del cuerpo para evitar contracturas cervicales. Existen almohadas anatómicas que garantizan una correcta alineación de columna y cuello durante las horas de sueño.

 

causas contractura del cuello

 

El sedentarismo puede favorecer la aparición de contractura cervical y dolores en el cuello. El motivo es el acortamiento y la pérdida de fuerza y flexibilidad en los músculos del cuello. Esto es frecuente en personas que están o han estado inmovilizadas durante largos periodos por enfermedad.

Por el lado contrario, determinadas actividades o deportes ejercen un estrés excesivo en los músculos del cuello, pudiendo generar dolores de cuello al practicar los ejercicios. Un ejemplo son los ejercicios de fuerza, especialmente aquellos en los que se levanta el peso por encima de la cabeza.

 

prevención contractura cuello

 

La anatomía individual también puede ser el motivo de dolores frecuentes en el cuello. Sobre todo, en aquellos casos en los que existen daños o compresión de los nervios.

Tratamiento de las contracturas cervicales.

El tratamiento de la contractura cervical tiene un enfoque global que aborda tratamiento farmacológico y fisioterapia con ejercicios específicos.

 Tratamiento farmacológico

La medicación o tratamiento farmacológico busca la reducción del dolor, de la inflamación y de otros síntomas. Para ello, el médico prescribe analgésicos y antiinflamatorios no esteroideos (AINES). También podría prescribir otros medicamentos enfocados a la reducción de la contracción muscular.

A nivel tópico, podemos aplicar cremas antiinflamatorias y calor local para disminuir el dolor.

Fisioterapia

La fisioterapia comienza por la realización de masajes descontracturantes. Con ellos, el fisioterapeuta consigue tratar directamente la contractura y disminuir la tensión. Además, el masaje aumenta la temperatura local y el flujo sanguíneo de la zona, lo cual también contribuye a aliviar el dolor de cuello y espalda.  Para favorecer este efecto, podemos aplicar calor local en el cuello varias veces al día.

Además del masaje, los fisioterapeutas aplican otras técnicas como la punción seca, los TENS (electroanalgesia), la crioterapia (aplicación de frío local) y la termoterapia (aplicación de calor local).

Por parte de los pacientes, deben seguir una pauta de ejercicio basada en estiramientos y ejercicio de fuerza (movimientos de flexión y extensión controlados).

Es importante destacar que, cuando la contractura cervical tiene un componente emocional, también hay que abordar y controlar el estrés. Para ello, resultan muy efectivos los ejercicios de relajación y de meditación que ayudan a disminuir la tensión emocional y, con ello, la muscular.

La aplicación de calor local supone un alivio del dolor para los pacientes.

Medidas para evitar las contracturas cervicales.

Realiza actividad física de manera regular

Para prevenir las contracturas cervicales es importante tener un tono muscular saludable. En ello, la actividad física juega un papel clave para fortalecer la musculatura. En POR UNA VIDA ACTIVA te recomendamos practicar ejercicios de manera regular, con la intensidad adecuada y respetando los tiempos de reposo para la recuperación de la musculatura.

 

estiramientos de espalda

 

En la realización de cualquier deporte o ejercicio es fundamental que prestes especial atención a la técnica de los movimientos para evitar lesiones como la contractura muscular. Si lo consideras necesario, consulta a un entrenador cualificado para un correcto asesoramiento.

No olvides comenzar tu rutina de ejercicios con un correcto calentamiento. A continuación del entrenamiento, puedes realizar estiramientos.

Cuida tu higiene postural

Tanto en el deporte como cuando realices actividades cotidianas y al descansar debes asegurarte de que tienes una postura corporal correcta.  

En las actividades cotidianas y en el trabajo debes cuidar la postura y evitar cargas muy pesadas sobre los hombros.

En el trabajo, es muy importante que la silla y mesa te permitan tener la posición adecuada durante tu jornada laboral. La altura y posición de la silla con respecto a la mesa es clave para evitar sobrecarga en la zona.

 

higiene postural

 

Tras unas horas realizando una actividad, tómate un descanso y aprovecha para hacer estiramientos de las cervicales con movimientos suaves y controlados.

Tanto en movimiento, durante un esfuerzo y cuando descanses, asegúrate de que tu cuello y columna están alineados mediante el uso de una almohada anatómica.

Mantén una dieta saludable

Mantén una dieta equilibrada que favorezca el mantenimiento y desarrollo de la musculatura. También es importante que te mantengas hidratado.

Evita el estrés

 Como hemos comentado en este artículo, el estrés, la ansiedad y el nerviosismo afectan directamente a la tensión de tus músculos, favoreciendo su contracción y la aparición de contracturas cervicales.

Evita las situaciones estresantes en la medida de lo posible y dedica tiempo al reposo y a relajarte.  

 

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Sobre el autor: Carmen Bauzá

Farmacéutica especializada en formación y comunicación en Industria Farmacéutica: salud, belleza y autocuidado.
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