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¿Qué es la condromalacia rotuliana y cómo tratarla?

La condromalacia rotuliana es una lesión de la articulación de la rodilla, concretamente del cartílago de la rótula. La...
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La condromalacia rotuliana es una lesión de la articulación de la rodilla, concretamente del cartílago de la rótula. La rodilla es una articulación compleja que permite la movilidad de la pierna. Cuando hay lesión en esta zona, el dolor causa limitación de movimiento, afectando a la calidad de vida. En este artículo de POR UNA VIDA ACTIVA conoceremos qué es la condromalacia rotuliana, los síntomas de está patología de la articulación, su diagnóstico y tratamientos más adecuados.

 

 

Anatomía de la rodilla.

La rodilla es una articulación compleja que conecta el fémur, la rótula y la tibia, y está rodeada por músculos, ligamentos y tendones que proporcionan estabilidad y movimiento.

La rótula, o patela, se encuentra en la parte frontal de la rodilla y se desliza sobre la tróclea del fémur cuando la rodilla se flexiona o extiende. El cartílago articular recubre la superficie de los huesos de la articulación, proporcionando amortiguación, minimizando el roce entre superficie y facilitando el movimiento suave.

 

Patología de la articulación de la rodilla

La condromalacia rotuliana es una patología médica caracterizada por el deterioro del cartílago de la rótula, una estructura ósea ubicada en la parte frontal de la articulación de la rodilla.

El cartílago articular en la rótula actúa como un amortiguador natural entre la rótula y el fémur, permitiendo un movimiento suave y sin fricciones de la articulación. Sin embargo, en la condromalacia rotuliana, este cartílago se desgasta o se ablanda, lo que puede provocar dolor, inflamación y disfunción de la rodilla.

La cápsula articular de la rodilla, una estructura fibrosa que rodea la articulación, puede verse afectada, causando dolor adicional y limitación en el movimiento. Es crucial abordar tanto la degeneración de cartílagos como cualquier alteración en la integridad de la cápsula articular para tratar esta afección de manera efectiva.

La condromalacia rotuliana puede desarrollarse debido a una variedad de factores, incluida una mala alineación de la rótula, traumatismos repetidos, sobrecarga de la articulación o desequilibrios musculares. Por ejemplo, los corredores y los atletas que practican deportes de impacto están en mayor riesgo de desarrollar esta afección debido a las cargas repetitivas que experimentan en la rodilla.

 

 

Los síntomas de la condromalacia rotuliana pueden variar desde dolor leve hasta dolor agudo en la parte delantera de la rodilla. Además del dolor, algunas personas pueden experimentar sensibilidad en la rótula al roce, crepitación o crujidos al mover la rodilla, e incluso hinchazón o inflamación de la articulación.

 

Causas y factores de la condromalacia rotuliana

La condromalacia rotuliana puede tener su origen en diferentes causas. También hay factores de riesgo que contribuyen a su desarrollo. Un ejemplo son los deportistas, especialmente corredores, que tienen un mayor riesgo debido a las cargas repetitivas y a la fricción excesiva en la rodilla al correr.

Mala alineación de la rótula

Los problemas de alineación de la rótula son variados y aumenta la predisposición de sufrir patologías de la articulación como la condromalacia rotuliana:

  • Alineación anormal de la rótula.
  • Inclinación lateral de rodilla.
  • Rotación excesiva de la articulación.

Todos estos problemas de alineación de la rótula pueden aumentar la presión sobre el cartílago y provocar su desgaste, lo cual provocaría la lesión.

Golpes y traumatismos repetitivos

Los golpes o traumatismos repetitivos son uno de los motivos más frecuentes de condromalacia rotuliana en deportistas. El motivo es que muchos deportes implican movimientos repetitivos de flexión y extensión de la rodilla como correr, saltar o practicar deportes de impacto. Estos deportes pueden desgastar el cartílago de la rótula con el tiempo y provocar patologías.

También puede originarse por un golpe o impacto severo en la articulación de la rodilla.

Sobrecarga de la articulación

El aumento repentino en la intensidad o duración de la actividad física pueden sobrecargar la articulación de la rodilla y aumentar el riesgo de condromalacia rotuliana. Por ello, es muy importante planificar los entrenamientos y aumentar su duración e intensidad de manera progresiva a medida que el cuerpo se vaya adaptando. También es fundamental respetar los tiempos de descanso para la recuperación del tejido muscular.

Desequilibrios musculares

Las personas con desequilibrios en los músculos que rodean la rodilla pueden tener alterada la biomecánica de la articulación. Esto conduce a un aumento en la presión sobre la rótula y, con ello, mayor tendencia a lesión de articulación.

Los desequilibrios musculares y biomecánicos pueden agravarse por un ángulo anormal de la rótula sobre el fémur. Este ángulo puede aumentar la presión sobre el cartílago y provocar su deterioro.

Por ello, es importante realizar ejercicios de fuerza para evitar la debilidad del tejido muscular, especialmente en los cuádriceps, los isquiotibiales o los músculos de la cadera.

Alteraciones anatómicas y de la biomecánica

Algunas personas pueden tener una anatomía de rodilla que predisponga a la condromalacia rotuliana, como una rótula alta, un surco troclear profundo u otro síndrome.

Las alteraciones de la biomecánica del pie o las caderas pueden reflejarse en la rodilla causando alguna patología en la articulación de la rodilla o de la cadera.

Actividades deportivas

Como hemos comentado, las actividades deportivas que implican movimientos repetitivos con las articulaciones presentan mayor predisposición a sufrir patologías articulares como la condromalacia rotuliana.

Entre los deportes que más predisposición presentan destacan:

  • Running o correr.
  • Fútbol.
  • Pádel.
  • Baloncesto.
  • Baile.
  • Tenis.

Género

La condromalacia rotuliana puede afectar a personas de cualquier edad y género, pero se observa con mayor frecuencia en mujeres jóvenes y adolescentes. Esto se debe en parte a las diferencias anatómicas entre hombres y mujeres, así como a los factores hormonales que pueden influir en la salud de las articulaciones.

Las mujeres tienden a tener el ligamento más laxo y la pelvis con mayor inclinación, lo que puede aumentar la presión sobre la rótula y predisponerla a la condromalacia rotuliana.

Edad

La condromalacia rotuliana puede comenzar a manifestarse durante la adolescencia y la edad adulta temprana, especialmente en personas que practican deporte de alto impacto como atletismo, fútbol o pádel.

También puede ocurrir en adultos de mediana edad y mayores, especialmente si tienen antecedentes de traumatismos repetidos, sobrepeso, artrosis u otras condiciones médicas que afectan la salud de las articulaciones.

Artrosis

La condromalacia rotuliana y la artrosis son dos patologías que afectan la salud de la rodilla. Aunque están relacionadas, son diferentes en cuanto a sus causas y sus características.

La artrosis, también conocida como osteoartritis, es una enfermedad degenerativa de las articulaciones que afecta el cartílago articular y el hueso subyacente, causando dolor, rigidez y pérdida de movilidad en la articulación.

Aunque ambas condiciones pueden causar síntomas similares, como dolor, inflamación y limitación en el movimiento de la rodilla, existen diferencias significativas en sus causas y evolución:

  • La condromalacia rotuliana tiende a afectar principalmente a la rótula de la rodilla y se asocia comúnmente con factores como traumatismos repetidos, sobrecarga de la articulación y desequilibrios musculares, especialmente en mujeres jóvenes y deportistas.
  • La artrosis es más común en personas mayores y se desarrolla gradualmente con el tiempo debido al desgaste del cartílago y los cambios degenerativos en la articulación.

Es posible que la artrosis y la condromalacia rotuliana se den de manera simultánea en una misma persona. Especialmente, en personas mayores con antecedentes de lesiones de rodilla.

 

 

Diagnóstico médico de la condromalacia rotuliana

Para el diagnóstico de la condromalacia rotuliana, el médico se basa en una combinación de historia clínica, examen físico y pruebas de imagen, como la resonancia magnética.

Durante la evaluación, el médico puede preguntar sobre los síntomas del paciente, como dolor en la parte frontal de la rodilla al realizar actividades.

El médico también podrá realizar pruebas físicas para evaluar la estabilidad, la función de la articulación.

También explorará la alineación de la rótula y la fuerza de los músculos y tendón que rodean la rodilla, como los cuádriceps. Estas pruebas ayudan a identificar posibles desequilibrios musculares o anomalías biomecánicas que puedan contribuir al desarrollo de la condromalacia rotuliana.

Para confirmar el diagnóstico se realizan pruebas de imagen. La resonancia magnética es una de las más utilizadas debido a su capacidad para proporcionar imágenes detalladas de las estructuras de la rodilla y detectar signos de desgaste o daño en el cartílago articular.

La resonancia magnética permite visualizar el estado del cartílago articular, la cápsula, los ligamentos y otras estructuras de la rodilla con gran detalle. Permite identificar signos de desgaste o daño en el cartílago de la rótula, así como otras posibles causas de dolor de rodilla, como lesiones de tendón, ligamento, meniscos u otro síndrome.

 

Tratamientos de la condromalacia rotuliana

El tratamiento de la condromalacia rotuliana suele tener un abordaje desde diferentes campos como la medicación, la fisioterapia o las órtesis.

Órtesis

Los tratamientos pueden incluir el uso de dispositivos ortopédicos, como rodilleras o plantillas, para proporcionar soporte adicional y aliviar la presión sobre la rótula.

Medicamentos

Los medicamentos antiinflamatorios no esteroideos (AINEs) también pueden ser recetados para reducir el dolor y la inflamación. En casos más graves o resistentes al tratamiento conservador, se puede considerar la terapia de infiltración con corticoesteroides o, en casos extremos, la cirugía para reparar o reemplazar el cartílago dañado.

Fisioterapia

La fisioterapia busca fortalecer los músculos alrededor de la rodilla y mejorar la estabilidad articular. La fisioterapia desempeña un papel crucial en el manejo de esta afección, ya que ayuda a corregir desequilibrios musculares, mejorar la alineación de la rótula y reducir la presión sobre el cartílago afectado. Los ejercicios específicos de fortalecimiento, como los de los cuádriceps, isquiotibiales y músculos de la cadera, pueden mejorar la biomecánica de la rodilla y aliviar los síntomas de la condromalacia rotuliana.

 

Consejos para la prevención y tratamiento de la condromalacia rotuliana

  • Mantén un peso saludable para reducir la carga sobre tus articulaciones y, con ello, el riesgo de alteraciones.
  • Realiza ejercicios de fortalecimiento muscular para mejorar la estabilidad de la rodilla, especialmente de cuádriceps, isquiotibiales y glúteos.
  • Realiza estiramientos regularmente para mantener la flexibilidad de los músculos y ligamentos.
  • Si padeces alguna alteración de rodilla, escoge actividades de bajo impacto como la natación o el ciclismo para mantener la condición física sin sobrecargar la rodilla
  • Utiliza calzado adecuado que proporcione soporte y amortiguación.
  • Respeta los tiempos de reposo y descansa cuando sea necesario para prevenir lesiones y promover la recuperación.

 

 

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Sobre el autor: Carmen Bauzá

Farmacéutica especializada en formación y comunicación en Industria Farmacéutica: salud, belleza y autocuidado.
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