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Ampollas en los Pies

El incremento de la práctica deportiva ha traído consigo un aumento de consultas por lesiones cutáneas como consecuencia del...
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El incremento de la práctica deportiva ha traído consigo un aumento de consultas por lesiones cutáneas como consecuencia del deporte. ¿Las más frecuentes? Las ampollas en los pies. Comenzamos con spoiler para transmitir la importancia del cuidado de los pies del deportista y que estas incómodas lesiones no impidan disfrutar de tu deporte favorito o tus actividades diarias.

Los pies son una de las partes del cuerpo más importantes a la hora de practicar deporte, sin embargo, están entre los principales afectados en las lesiones más frecuentes del deportista. Esto tiene una trascendencia importante ya que afecta al rendimiento deportivo y a la calidad de nuestros entrenamientos. Por ello, el cuidado del pie del deportista es fundamental para disfrutar del deporte de una manera saludable. Para evitar que esto ocurra, prevenir lesiones es fundamental. Como decíamos, las ampollas son las lesiones cutáneas más frecuentes que, con las medidas adecuadas, podemos evitar para que nada interrumpa tu ritmo. 

Deportes y actividades con mayor incidencia de ampollas en los pies.

Las ampollas de los pies son frecuentes en prácticamente todas las modalidades deportivas: desde el running, ciclismo, baile, esquí o senderismo. Como ejemplo, la dishidrosis, que provoca la formación de una ampolla, es el principal contratiempo que sufren los tenistas aficionados en sus pies. Concretamente, para el 60% de los tenistas amateur es el problema más habitual que padecen en los pies y la consecuencia es tener que detener la actividad. De hecho, la aparición de ampollas se da con mucha más frecuencia que las durezas o los callos.

ampollas jugar tenis

Aunque, como todos sabemos, no es necesario practicar deporte para que aparezcan las temidas ampollas en los pies. Gestos cotidianos de nuestro día a día como salir a caminar, el roce de las costuras de unas zapatillas o estrenar zapatos nuevos pueden dar lugar a rozaduras o ampollas. Estas lesiones, incluso, pueden fastidiarnos las vacaciones por la incomodidad que provocan en cada paso al recorrer ciudades haciendo turismo.

ampollas pies zapatos nuevos

¿Qué es una ampolla?

Las lesiones cutáneas pueden ser de tipo traumático, infeccioso o inflamatorio. También pueden ser lesiones asociadas específicamente al tipo de deporte o al medio ambiente donde se practica.

Las ampollas son un tipo de lesión traumática de la piel. Son frecuentes en zonas de roce y contacto cutáneo y pueden deberse a la acción del ambiente, a los accesorios deportivos o a la ropa requerida para practicar el deporte.

Se da con frecuencia en zonas donde existe roce y contacto con la piel. El motivo de que con mayor frecuencia comprometa a los pies se debe, especialmente, a un equipamiento deportivo inadecuado.

¿Por qué se producen las ampollas?

Las ampollas por roce o fricción son las que con más frecuencia se dan en los pies. Se producen por el roce y presión repetitiva, lo cual genera una separación de las láminas intraepidérmicas o de la lámina lúcida al nivel de la piel en que la epidermis se une a la dermis. Como consecuencia, aparece una burbuja llena de líquido en la zona irritada.

Realmente, las ampollas son un mecanismo de defensa de la piel ya que la burbuja llena de líquido aparece en la capa más externa, la epidermis, para proteger a tejidos internos.  

Síntomas de las ampollas

Las ampollas se manifiestan como una lesión externa en forma de bolsa con líquido transparente o sanguinolento en su interior. Esta lesión suele ser dolorosa y puede salir en cualquier zona del cuerpo donde se haya dado roce o fricción reiterada. No obstante, es en los pies donde las ampollas suelen presentar el mayor contratiempo. Concretamente, su aparición se da con más frecuencia en la planta del pie, los dedos de los pies y la zona del talón.

Antes de ver la ampolla formada, podemos notar algunos síntomas que nos indicarían que podría aparecer la lesión, como calor intenso en la zona, enrojecimiento de la piel o molestias al roce. Estos síntomas indican que se formará una ampolla o rozadura y es el momento de usar un gel antifricción.

Las ampollas pueden ser dolorosas y llegar a suponer una lesión incómoda e impedirnos seguir
disfrutando de nuestras actividades del día a día, como salir a pasear, correr u otros deportes.

Causas que predisponen a la aparición de ampollas en los pies

  • El calzado inapropiado, o bien, el uso de zapatillas o zapatos que compriman alguna zona del pie.
  • El uso de calzado de talla excesivamente grande también predispone a la aparición de ampollas ya que, al no estar el piel bien sujeto, el movimiento del pie en el interior del zapato puede provocar rozaduras o ampollas.
  • Aunque aparecen con más frecuencia en caminatas o carreras en las que se recorren largas distancias, también pueden darse al recorrer tramos cortos.
  • Los niveles altos de humedad y el calor predisponen a la aparición de ampollas. De hecho, en verano, son más frecuentes las ampollas. Esto se debe a que el sudor del pie da lugar a un ambiente más húmedo que produce una “maceración” que debilita la piel del pie haciéndola más propensa a la lesión.
  • Los calcetines también juegan un papel clave en la aparición de ampollas. Si el tejido del calcetín retiene la humedad o si el calcetín presenta costuras que puedan presionar zonas del pie podrían ser el responsable de la formación de ampollas.
  • Cuando la piel se encuentra en mal estado, el riesgo de sufrir ampollas aumenta. Especialmente en caso de piel seca o deshidratada, así como en personas con enfermedades cutáneas como dermatitis.
  • Las quemaduras pueden provocar la aparición de ampollas. Estas quemaduras pueden deberse al sol, a productos químicos o a líquidos a altas temperaturas, como aceite o agua hirviendo.
  • Existen algunas patologías de origen infeccioso que pueden llegar a producir ampollas, como los hongos o pie de atleta.
  • La anatomía del pie también es decisiva en la predisposición a sufrir ampollas. Este es el caso, por ejemplo, del espolón calcáneo, un crecimiento excesivo del talón que provoca el roce de la zona con el calzado.
  • Además de las enfermedades cutáneas comentadas, otras enfermedades, como la varicela, o las reacciones alérgicas pueden dar lugar a la aparición de ampollas.

Consejos para prevenir las ampollas

  • Cambia tu calzado o zapatillas con regularidad. Aunque no lo aprecies a simple vista, los materiales de las zapatillas y los sistemas de amortiguación se van desgastando con el tiempo y con el uso. Esto ocasiona que tanto la piel como las articulaciones sufran y que aparezcan ampollas, durezas u otro tipo de lesiones.
  • Si por la anatomía del pie tienes mayor predisposición a sufrir ampollas, puedes usar plantillas personalizadas para aliviar puntos de presión excesiva en los pies.
  • Utiliza calzado adecuado para la superficie donde vas a realizar la actividad o deporte.
  • No estrenes calzado o zapatillas en una actividad intensa o prologada, como una competición o una larga caminata. Utilízalas antes en actividades previas de manera que la zapatilla vaya adaptándose al pie de manera progresiva.
  • Utiliza calcetines que permitan evacuar el sudor y la humedad, con capacidad para permitir la transpiración y mantener el pie fresco. Elige calcetines técnicos que no tengan costuras ni relieves.
  • Mantener la piel del pie bien hidratada con cremas adecuadas todo el año es fundamental para evitar la aparición de ampollas u otras lesiones de la piel. Sportsalil Footcare es la crema específica para el cuidado del pie del deportista que se aplica antes y después de la práctica deportiva.

Tratamiento de las ampollas de los pies ¿Es bueno pinchar la ampolla?

Si no hemos podido prevenir la ampolla, debemos proceder a su curación siguiendo los siguientes pasos para tratar la ampolla:

  1. Limpiar la zona con jabón y agua tibia.
  2. Tras lavar, secar la zona con gasas y aplicar desinfectante, como clorhexidina o povidona yodada para prevenir infección.
  3. Tapar la zona con apósitos o gasas. No aplicar esparadrapo o apósitos con adhesivos directamente sobre la piel para evitar que se pequen.
  4. Si la ampolla es muy grande y dolorosa, deberemos drenar el líquido con una aguja previamente desinfectada con alcohol para evitar infecciones. Es muy importante que nunca quitemos la piel.

Cómo curar las ampollas de los pies al descubierto (sin piel)

Si encontramos que la piel externa de la ampolla ha dejado al descubierto la dermis, deberemos desinfectar la herida y protegerla con apósitos. Pero, tal y como se indicaba anteriormente, no debemos utilizar apósitos con adhesivos directamente sobre la piel lesionada a no ser que sean apósitos específicos que actúen como segunda piel, o bien una gasa sujeta por un esparadrapo de tela.

En caso de excesivo dolor o de ampollas de gran tamaño, acude a un médico o profesional para proceder a la correcta curación de la ampolla y evitar infecciones.

Pero en caso que solo se deba a una molestia, puedes utilizar Sportsalil Footcare es una crema para el cuidado completo de los pies del deportista que proporciona beneficios antes y después de la práctica deportiva.

Antes de hacer deporte previene la aparición de ampollas, rozaduras y otras molestias ya que evita las alteraciones por impactos y fricción en la piel. Después de hacer deporte refresca y repara los pies del deportista y reequilibra la piel gracias a su acción revitalizante.

Su fórmula está especialmente desarrollada para personas que realizan deporte a nivel amateur o actividad física habitual y que sufren problemas en los pies como consecuencia de ello (caminar, deportes de impacto…).

Fórmula Sportsalil Footcare:

  • Extracto de Enteromorfa compressa: hidratante, revitalizante, reafirmante y estimulante de la microcirculación.
  • Aceite de menta piperita: desodorante y refrescante.
  • Glicerina: hidratante.

Eficaz en la vida diaria y en el deporte.

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Sobre el autor: Carmen Bauzá

Farmacéutica especializada en formación y comunicación en Industria Farmacéutica: salud, belleza y autocuidado.
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