La espondiloartrosis es una enfermedad degenerativa que afecta a las articulaciones de la columna vertebral. Se desarrolla principalmente en la articulación de las vértebras, donde el desgaste del cartílago provoca fricción y dolor. Esta afección es común en personas mayores de 40 años y puede causar dolor y rigidez, afectando significativamente a la movilidad y, con ello, al estilo de vida. En este artículo de POR UNA VIDA ACTIVA, vamos a conocer en detalle qué es la espondiloartrosis, sus síntomas, factores de riesgo y causas y su tratamiento.
¿Qué es la Espondiloartrosis?
La espondiloartrosis es una forma de artrosis que afecta las articulaciones de la columna vertebral. Esta afección se caracteriza por la degeneración del cartílago que cubre las articulaciones vertebrales, lo que puede llevar a la fricción entre los huesos y causar dolores.
Por tanto, el desgaste de los cartílagos en la columna vertebral es una característica principal de la espondiloartrosis, causando dolor y reducción de movilidad.
Anatomía de la columna vertebral
La columna vertebral es una estructura central del cuerpo humano, compuesta por 33 vértebras que se dividen en cinco regiones: cervical, torácica, lumbar, sacra y coccígea. Esta estructura es fundamental no solo para el soporte y la movilidad del cuerpo, sino también para la protección de la médula espinal.
Regiones de la columna vertebral:
- Región cervical:
La región cervical de la columna vertebral consta de 7 vértebras (C1-C7) situadas en el cuello. Estas vértebras permiten una amplia gama de movimientos de la cabeza y el cuello.
- Región torácica:
La región torácica está formada por 12 vértebras (T1-T12). Esta región se articula con las costillas, proporcionando estabilidad y protegiendo los órganos internos del tórax. - Región lumbar:
La región lumbar de la columna vertebral incluye 5 vértebras (L1-L5) que soportan la mayor parte del peso corporal. Por este motivo, es una zona frecuentemente afectada por la espondiloartrosis debido al estrés que soporta. - Región sacra:
La región sacra está compuesta por 5 vértebras fusionadas (S1-S5). Esta zona conecta la columna con la pelvis. - Región coccígea:
Esta zona está formada por 4 vértebras fusionadas, conocidas como cóccix.
Estructuras clave en la espondiloartrosis
Para entender qué es la espondiloartrosis hay una serie de estructuras clave que debes conocer:
- Discos intervertebrales: entre cada par de vértebras, los discos intervertebrales actúan como amortiguadores, proporcionando flexibilidad y absorbiendo los impactos.
- Articulaciones facetarias: permiten movimientos controlados y estabilizan la columna vertebral. Estas articulaciones son zonas comúnmente afectadas por la espondiloartrosis.
- Médula espinal y nervios espinales: La médula espinal pasa por el canal vertebral y transmite señales entre el cerebro y el cuerpo. Los nervios espinales se ramifican desde la médula a través de forámenes intervertebrales.
Zonas y estructuras más afectadas por la espondiloartrosis
La espondiloartrosis afecta a la columna vertebral, principalmente a la columna lumbar y la columna cervical.
En la columna lumbar, la degeneración del cartílago provoca dolor y rigidez, afectando la movilidad debido a la carga que soporta esta región.
La columna cervical, responsable del movimiento de la cabeza y el cuello, también sufre desgaste que puede causar dolor y compresión nerviosa, manifestándose en síntomas como hormigueo y entumecimiento en brazos y manos.
La región dorsal de la columna vertebral, aunque menos frecuentemente afectada por la espondiloartrosis, también puede experimentar dolor y rigidez.
En concreto, las estructuras de la espalda afectadas son las articulaciones facetarias, que permiten movimientos controlados y estabilizan la columna vertebral. La degeneración de estas articulaciones puede limitar la movilidad y causar dolor en las regiones lumbar y cervical.
Como hemos visto, la espondiloartrosis afecta principalmente las articulaciones y los huesos de la columna vertebral. Con el tiempo, el desgaste del cartílago entre los huesos puede llevar a una fricción dolorosa, causando inflamación y rigidez. Esta condición puede deteriorar aún más los huesos, haciéndolos más susceptibles a fracturas y otros daños. Mantener la salud de los huesos es esencial para prevenir complicaciones graves y mejorar la calidad de vida de quienes padecen esta enfermedad.
Síntomas de la espondiloartrosis
Los síntomas de la espondiloartrosis pueden variar de paciente a otro, tanto en gravedad como en las zonas en las que se manifiesta. En términos generales, podemos indicar que la gran parte de los pacientes sufren dolor y rigidez en la columna vertebral. Estos síntomas se hacen más notables después de que el paciente haya pasado un tiempo de inactividad o reposo. En consecuencia, el dolor y la rigidez de espalda pueden dificultar las actividades diarias y afectar la calidad de vida de los pacientes que padecen esta enfermedad.
Dolor en los discos y vértebras
El dolor en los discos y vértebras es una manifestación frecuente de los pacientes con espondiloartrosis. Estos dolores de espalda pueden ser constantes o intermitentes y, a menudo, se intensifican con el movimiento o la carga sobre la columna vertebral.
Rigidez matutina
La rigidez matutina es otro síntoma común. Los pacientes suelen experimentar una notable rigidez al despertarse, que puede durar desde unos pocos minutos hasta varias horas. Esta rigidez matutina puede dificultar el inicio de las actividades diarias.
Disminución de la movilidad de la columna
La disminución de la movilidad de la columna es una consecuencia directa de la rigidez y el dolor de espalda. Los movimientos que antes se realizaban con facilidad, como agacharse, girar o levantarse, se vuelven más difíciles y limitados. Esto dificulta las actividades cotidianas y afecta a la calidad de vida del paciente.
Hormigueo o entumecimiento en las extremidades
El hormigueo o entumecimiento en las extremidades, especialmente en brazos y piernas, puede ocurrir cuando la espondiloartrosis causa compresión de la médula espinal o de los nervios espinales. Este síntoma es especialmente preocupante ya que puede indicar un grado significativo de compresión nerviosa.
Dolor que empeora con el movimiento
El dolor que empeora con el movimiento es una característica distintiva de la espondiloartrosis. Debido a este síntoma, las actividades cotidianas como caminar, levantar objetos o incluso estar de pie durante períodos prolongados pueden aumentar los dolores, limitando aún más la movilidad y la capacidad funcional del paciente.
Estos síntomas resaltan la importancia de un diagnóstico temprano y un manejo adecuado de la espondiloartrosis para mejorar la calidad de vida de los pacientes y prevenir la progresión de la enfermedad.
¿Cuáles son los factores de riesgo y causas de la espondiloartrosis?
Existen varios factores de riesgo y causas asociados con el desarrollo de la espondiloartrosis:
- Edad: a medida que envejecemos, el desgaste natural del cartílago puede llevar a la espondiloartrosis.
- Factores genéticos: la predisposición genética puede jugar un papel importante.
- Obesidad: el exceso de peso puede aumentar la presión sobre las articulaciones de la columna y empeorar los síntomas.
- Estilo de vida sedentario: la falta de actividad física puede contribuir al debilitamiento de los músculos que sostienen la columna vertebral, aumentando la presión en las vértebras.
- Artritis reumatoide: la artritis reumatoide puede aumentar el riesgo de espondiloartrosis, afectando las articulaciones de la columna vertebral y provocando dolor y rigidez.
La espondiloartrosis, a menudo asociada con el reumatismo, provoca dolor y rigidez en la columna vertebral debido al desgaste del cartílago.
¿Cuál es el diagnóstico de la espondiloartrosis?
El diagnóstico de la espondiloartrosis debe ser realizado por un médico especialista. El médico, lo realiza mediante una combinación de pruebas:
– Historia clínica
– Examen físico
– Pruebas de imagen como la resonancia magnética.
Estas pruebas ayudan a identificar la degeneración del cartílago y otros cambios en las articulaciones de la columna.
¿Cuál es el tratamiento de la espondiloartrosis?
El tratamiento de la espondiloartrosis se centra en aliviar el dolor y mejorar la movilidad. Las opciones de tratamiento incluyen:
- Fisioterapia: los ejercicios específicos de fisioterapia ayudar a fortalecer los músculos de la espalda y mejorar la flexibilidad. Con ello se consigue una ralentización del avance la enfermedad y un alivio de los síntomas.
- Medicamentos: los analgésicos y antiinflamatorios pueden ser útiles para controlar el dolor.
- Aplicación de calor tópico: el calor tópico puede ser muy efectivo para aliviar el dolor y la rigidez. Aplicar compresas calientes en las áreas afectadas mejora la circulación sanguínea y relaja los músculos, proporcionando un alivio temporal pero significativo. Otra opción es aplicar una crema antiinflamatoria con efecto calor.
- Terapias manuales: los masajes y manipulaciones realizadas por un fisioterapeuta ayudan a aliviar la rigidez.
- Inyecciones: En algunos casos, se pueden administrar inyecciones de esteroides para reducir la inflamación.
Recomendaciones para la prevención y el manejo de la espondiloartrosis
Adoptar un estilo de vida saludable es crucial para prevenir y manejar la espondiloartrosis. En POR UNA VIDA ACTIVA te proporcionamos algunos consejos prácticos:
- Mantén un peso saludable: reducir la carga en las articulaciones de la columna al mantener un peso adecuado puede disminuir el riesgo de desarrollar la patología.
- Haz ejercicio regularmente: actividades como caminar, nadar o practicar yoga pueden mejorar tu flexibilidad y fortalecer tus músculos, ayudando a mantener la salud de tu columna y a prevenir artrosis de las articulaciones y otras enfermedades.
- Cuida tu postura: mantener una postura adecuada, tanto al estar sentado como al estar de pie, puede reducir el estrés en tu columna y prevenir dolores.
- Evita el sedentarismo: toma descansos frecuentes para estirarte y moverte si pasas mucho tiempo sentado. Esto puede ayudar a mantener tu columna vertebral flexible y libre de rigidez.
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