La cintilla iliotibial es una estructura localizada en las rodillas. Actúa como una especie de banda elástica que se extiende desde la cadera hasta la tibia permitiendo la flexión y extensión de rodilla. Por ello, desempeña un papel fundamental en los movimientos de la pierna y en la estabilidad de la rodilla y la cadera. El síndrome de la cintilla iliotibial es una de las afecciones relacionadas con la “rodilla del corredor”. Se relaciona con deportistas (especialmente con corredores) pero también puede afectar a personas que realizan actividades repetitivas en su día a día (como subir escaleras). Estos pacientes notarán síntomas como dolor, inflamación y limitación del movimiento. En este artículo de POR UNA VIDA ACTIVA vamos a conocer la anatomía de la cintilla iliotibial, su función en el movimiento, las lesiones asociadas más comunes y su tratamiento.
Anatomía de la cintilla iliotibial
La cintilla iliotibial es una estructura que comienza en la cadera, transcurre por el muslo y por el lateral de la rodilla y se inserta en la zona superior de la tibia. Una de las estructuras que lo componen es el tensor de la fascia lata, un músculo localizado en la zona lateral de la cadera y que se conecta con la fascia lata, que forma parte de la cintilla iliotibial.
La cintilla iliotibial actúa como banda elástica que se conecta con diferentes músculos, por ello, juega un papel fundamental en la movilidad y estabilidad de las piernas.
¿Dónde está localizada?
La cintilla iliotibial es una banda fibrosa tensa que tiene su punto de origen en la pelvis, concretamente en la cresta ilíaca. Desde la pelvis, transcurre hacia abajo pasando por el muslo (sobre el trocánter mayor del fémur) y el lateral de la rodilla hasta que termina en el cóndilo lateral de la tibia.
¿Cuáles son sus funciones?
Como hemos comentado, la cintilla iliotibial actúa como una banda elástica conformada por fibras que pasan por la zona externa de la rodilla, le proporcionan tensión y se conecta con otros músculos de la pierna. Esta banda iliotibial evita una rotación excesiva de la rótula y, con ello, que la rodilla se desplace hacia adentro al caminar (genu varo) y permite realizar actividades físicas como correr. Por ello, juega un papel fundamental al mantener una correcta alineación de la pierna en el movimiento y proporcionar estabilidad a la cadera y la rodilla.
Cuando realizamos movimientos de flexión y extensión con la pierna, la cintilla iliotibial mantiene una tensión que permite un suave deslizamiento de la rodilla pero que, a su vez, evita el exceso de fricción en el tejido. Por ello, una fricción o lesión de la cintilla iliotibial o el tendón tensor se relaciona con lesiones de rodilla como la “rodilla del corredor”.
El corredor somete a las piernas a movimientos repetitivos que generan la acción de la fascia lata, el tensor de la fascia y otros músculos circundantes como el músculo glúteo. Esto controla la rotación de la cadera y fémur en cada una de las zancadas del corredor.
Lesiones frecuentes de la cintilla iliotibial: causas, síntomas, tratamiento y prevención.
Síndrome de la cintilla iliotibial
El síndrome de la cintilla iliotibial es una lesión común que se debe a la fricción por sobreuso del tejido de la banda iliotibial.
Se caracteriza por dolor en el lateral de la rodilla. El dolor se relaciona con la inflamación provocada por la fricción entre el cóndilo lateral del fémur y la cintilla iliotibial. Este dolor es agudo al realizar actividad física, pero mejora con el reposo.
Es una lesión frecuente en corredores y otros deportistas que practican actividades que implican, entre otros factores, movimientos repetitivos de flexión y extensión de rodilla.
Principales causas y factores.
- Sobreentrenamiento.
- Sobreuso.
- Calzado inadecuado.
- Debilidad muscular.
Diagnóstico
El diagnóstico y evaluación del síndrome de la cintilla iliotibial se realiza por un médico especialista, como el médico rehabilitador, médico deportivo o traumatólogo.
El médico realiza una historia clínica y un examen físico. En el examen físico se evalúa la irritación y la tensión por palpación de la banda iliotibial. También se realizan movimientos específicos de rodilla para detectar inflamación o limitaciones de movimiento.
En algunos casos, podrían realizarse pruebas de imagen para confirmar el diagnóstico y evaluar la gravedad de la lesión, como la resonancia magnética. La resonancia magnética permite valorar la inflamación de la lesión y posibles alteraciones en la estructura de la cintilla iliotibial.
Tratamiento
El tratamiento del síndrome de la cintilla iliotibial tiene un enfoque multidisciplinar, ya que busca tanto aliviar los síntomas como corregir las causas.
- Medicación: los analgésicos y antiinflamatorios ayudan a mejorar el dolor y la inflamación del paciente.
- Aplicación de hielo: en la fase aguda de la lesión (primeras 24-48 horas) la aplicación de frío local en la zona externa de la rodilla ayuda a reducir la inflamación.
- Reposo: para acelerar la recuperación, es necesario descansar de aquellas actividades que provoquen estrés y roce de la cintilla iliotibial.
- Fisioterapia: los masajes terapéuticos ayudan a reducir la tensión y la inflamación.
- Corrección biomecánica: es necesario evaluar si existen alteraciones biomecánicas, como problemas de la pisada, genu varo o dismetría de la cadera. La dismetría es una discrepancia en la longitud de los huesos de las extremidades inferiores. En estos casos, podría ser necesario el uso de plantillas ortopédicas (personalizada para cada paciente) además del calzado adecuado.
- Ejercicios de rehabilitación: es conveniente realizar un programa de ejercicio supervisado por un profesional de la salud. Estos ejercicios están enfocados en mejorar la fuerza de los músculos del glúteo y la musculatura de las piernas y core, principalmente. También se realizarán ejercicios para mejorar la movilidad y flexibilidad para acelerar la recuperación.
Prevención
La prevención de las lesiones de la cintilla iliotibial es fundamental. Especialmente en aquellos deportistas que realizan actividades físicas repetitivas e intensas, como los corredores. En estos casos, la cintilla iliotibial está más expuesta al roce y la fricción, lo que puede dar lugar a lesión.
Consejos para prevenir el síndrome de la cintilla iliotibial y la rodilla del corredor.
- Planifica tu entrenamiento. El aumento de la intensidad y duración de tu entrenamiento debe ser progresivo para evitar sobreentrenamiento o lesiones por sobreuso.
- Realiza ejercicios de fuerza. Los entrenamientos de resistencia (como correr) también deben ir acompañados de entrenamientos de fuerza. Los ejercicios deben estar enfocados a la musculatura que rodea a la cadera, glúteo, piernas y zona abdominal (core), así como ejercicios para fortalecer las rodillas. Esto evita desequilibrios que puedan afectar a la cintilla iliotibial. En caso de patología, debes consultar a un profesional para elaborar una rutina de ejercicios adecuada.
- Utiliza material deportivo adecuado. El calzado debe adaptarse tanto al deportista como a la modalidad deportiva que practica.
- Respeta los tiempos de reposo. Es importante dedicar tiempo al reposo cuando haya fatiga, dolor o molestias. El descanso entre las sesiones de entrenamiento permite la recuperación muscular y ayuda a prevenir lesiones como la rodilla del corredor.
- Acude a tu médico en caso de presentar molestias o dolor persistente. El médico podrá evaluar la gravedad y establecer el tratamiento más adecuado para la patología o dismetría correspondiente.
Diferencia entre síndrome de la cintilla iliotibial y la rodilla del corredor
El síndrome de la cintilla iliotibial y la rodilla del corredor están asociados. Ambos describen lesiones asociadas al dolor en la zona externa de la rodilla.
Sin embargo, el síndrome de la cintilla iliotibial implica la fricción del tendón de la cintilla iliotibial. Por otro lado, la “rodilla del corredor” es un término que engloba diversas afecciones que provocan dolor en la rodilla y que es muy común en el corredor y otros atletas.
Es decir, la “rodilla del corredor” indica dolor en la rodilla generalizado y puede ser frontal o lateral y afectar a diferentes estructuras: tendón, fascia… Mientras que el dolor originado por el síndrome de la cintilla iliotibial se localiza en el lateral de la rodilla y afecta a la cintilla iliotibial.
Tanto la rodilla del corredor como el síndrome de la cintilla iliotibial tienen factores desencadenantes comunes: sobreentrenamiento, sobreuso, movimientos repetitivos, desalineación biomecánica, debilidad muscular…
En ambos casos, es conveniente implantar los criterios de prevención indicados en este artículo. En caso de lesión y dolor es necesario un enfoque multidisciplinar con profesionales como el médico especialista, fisioterapéutica, podólogo y preparador físico. Esto permitirá abordar los síntomas agudos y los factores subyacentes para prevenir la recurrencia.
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