El mindfulness es una técnica que se ha vuelto muy popular en el mundo de la psicología y de la salud. También se conoce como atención plena o concentración plena y es una capacidad que todos tenemos y que podemos potenciar. Sus orígenes se remontan a las enseñanzas de los budistas y la meditación, pero no debemos relacionar la espiritualidad o la religión con el desarrollo de esta capacidad. Hemos de concebirla como una técnica que nos ayuda a encontrarnos mejor, a aliviar tensiones y a ser nuestra mejor versión. En POR UNA VIDA ACTIVA vamos a conocer los beneficios del mindfulness o conciencia plena y cómo ponerlo en práctica.
El mindfulness no es solo un ejercicio puntual, sino una técnica o método que incorporamos a nuestra práctica cotidiana y se convierte en una capacidad. Es la herramienta que nos permite transformar el malestar, el estrés o el nerviosismo y nos ayuda a ser y sentirnos mejor.
El mindfulness nos ayuda a ser conscientes de emociones que normalmente se nos pasan desapercibidas.
¿Cuáles son los beneficios del mindfulness?
El mindfulness es un método que ayuda a gestionar las sensaciones, sentimientos y emociones que determinan nuestros pensamientos y actitudes. Mediante la práctica y la conciencia plena, nos ayudará a afrontar diferentes situaciones que se presentan en el día a día.
La atención plena ayuda a desarrollar una actitud más positiva, a controlar las emociones. También ayuda al autoconocimiento, lo que nos llevará a la aceptación.
No es algo que se aprende de la noche a la mañana ya que requiere práctica. Este aprendizaje es clave en el mindfulness y nos llevará a conectar con nuestro “yo interior”, a concienciarnos de nuestros sentimientos para llevarnos a tener reacciones más positivas ante las diferentes situaciones del día a día.
El mindfulness ayuda a entender que los que nos provoca malestar no son las situaciones con las que nos encontramos, sino cómo nosotros reaccionamos ante ellas. No busca ignorar esas situaciones que nos generan ansiedad, sino modular la intensidad en que nos afecta y nuestra reacción ante ellas.
Por ello, el mindfulness ha sido objeto de estudio y se aplica en terapias de psicología y psiquiatría para aliviar y tratar problemas de salud mental, como el estrés, la ansiedad o el insomnio. Vamos a conocer los principales beneficios del mindfulness.
1. El mindfulness ayuda a controlar y a aliviar el estrés o la ansiedad
El estrés un problema asociado a nuestro estilo de vida que afecta seriamente a nuestra salud a nivel físico y mental, pudiendo desencadenar en enfermedades como la hipertensión o la depresión.
El mindfulness ayuda a reducir los niveles de cortisol, una hormona que nuestro organismo libera ante situaciones que nos provocan estrés. Cuando los niveles de cortisol son demasiado altos de manera sostenida, provoca malestar y, a largo plazo, puede provocar enfermedades. Esto ocurre en casos de estrés sostenido o crónico.
El mindfulness ayuda a disminuir el cortisol y a mantener los niveles normales. Podemos potenciar esta acción realizando actividad física y otros deportes como el yoga.
2. El mindfulness provoca cambios beneficiosos en el cerebro
El cerebro tiene la capacidad de regenerarse y de crear neuronas nuevas. La meditación y otros ejercicios de mindfulness potencian la capacidad del cerebro para generar nuevas conexiones en las neuronas. Esto se debe a que empezamos a prestar atención a los pensamientos y comportamientos que antes eran automáticos. El aumento de la consciencia genera cambios y reestructuraciones en el cerebro que nos permiten regular nuestras emociones y la atención
3. Ayuda a combatir las alteraciones del sueño
El estrés y la ansiedad generados a lo largo del día pueden manifestarse con insomnio al final del día. Controlar nuestras emociones durante el día ayuda a que lleguemos a la noche con los niveles de cortisol bajos y sin nerviosismo.
4. El mindfulness mejora la capacidad de concentración
El mindfulness ejercita nuestra atención plena. Es un entrenamiento que nos ayuda a dirigir voluntariamente nuestra conciencia y procesos mentales. Esto nos beneficiará aumentando nuestra capacidad de atención y concentración.
5. El mindfulness potencia la creatividad
Cuando somos conscientes de nuestras emociones nos relajamos. Esta relajación mental permite ordenar ideas y dejar espacio para ideas nuevas, lo cual potencia nuestras habilidades creativas.
6. El mindfulness mejora la inteligencia emocional
La conciencia plena ayuda al auto conocimiento y la conciencia de nuestro “yo interior”. Esto ayuda a aceptarnos tal y como somos y nos servirá de base para que las cosas no nos afecten tanto y a mejorar nuestra relación con los demás.
7. El mindfulness mejora la memoria
El mindfulness propicia cambios beneficiosos en el cerebro y la estructura neuronal que ayudan a la mejora de la memoria.
8. El mindfulness ayuda a combatir la depresión
Cuando realizamos ejercicios de mindfulness, el sistema nervioso central se relaja y libera sustancias como la serotonina, la oxitocina, la dopamina y endorfinas. Estas sustancias provocan bienestar, tanto a nivel físico como mental. A su vez, contrarrestan trastornos como la depresión y benefician la autoestima y la actitud positiva.
9. El mindfulness retrasa el envejecimiento
Los telómeros son parte del ADN de nuestras células. Su acortamiento está directamente relacionado con el envejecimiento y el estrés lo potencia.
Realizar técnicas de mindfulness como la meditación ayudan a reducir el estrés reduciendo su impacto y ralentizando el envejecimiento.
10. El mindfulness reduce el dolor y mejora la salud general
El mindfulness reduce el dolor y otros problemas de salud relacionados con el estrés y la ansiedad al estimular un estado de tranquilidad.
¿Quién puede beneficiarse del mindfulness?
El mindfulness puede ser entrenado por cualquier persona para obtener sus beneficiosos tanto a nivel físico como mental.
- Personas que tienen estrés laboral.
Las personas con estrés laboral están sometidos a estímulos estresantes durante gran parte de su jornada y prácticamente a diario. Esto puede dar lugar a estrés crónico perjudicando seriamente su salud. Algunas de las profesiones más expuestas son los sanitarios, pero cualquier profesión con alta carga de trabajo puede beneficiarse de practicar técnicas de relajación para aliviar el estrés.
- Enfermos.
Personas enfermas, especialmente crónicos, que tengan que afrontar tratamientos médico- quirúrgicos y cuya enfermedad haya supuesto limitaciones en su vida o sufrimiento.
- Familiares y cuidadores de personas dependientes
Tanto los cuidadores como los familiares de personas enfermas o dependientes pueden presentar altos niveles de estrés por la responsabilidad que ello conlleva. El mindfulness les ayudará a gestionar las situaciones difíciles ante las que se encuentran.
- Niños con problemas de atención.
- Deportistas sometidos a altas presiones.
- Estudiantes para mejorar su concentración y rendimiento en el estudio.
- Cualquier persona con estrés crónico, ansiedad, incertidumbre, preocupaciones o ataques de pánico.
- Personas con problemas de sueño, fatiga o cansancio crónico.
- Personas con problemas de presión arterial alta u otras causas del estrés.
¿Cómo poner en práctica el mindfulness?
Existen diversas técnicas para poner en práctica el mindfulness, pero la más reconocida es la meditación.
La meditación es como un entrenamiento o educación para la mente, que nos ayuda a focalizarnos sin desviar nuestra atención. Por eso, se suele prestar atención a la respiración.
El objetivo es centrarnos en cada respiración. SI nuestra mente se desvía a un pensamiento o una interrupción, como un ruido, debemos sencillamente observarlo, ser conscientes de que está ahí sin juzgarlo por haber desviado la concentración y volver la atención hacia la respiración.
Concentrarnos en la respiración es solo una opción. También podemos hacerlo en un objeto, un mantra, una sensación…
También podemos llevar nuestra atención a tareas cotidianas, como preparar la comida, una conversación con la pareja, realizar un ejercicio físico…
No es cuestión de eliminar lo que pasa a nuestro alrededor. Sino de hacernos observadores de ello y que este cambio te aporte tranquilidad.
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Consejos para afrontar las principales dificultades al practicar atención plena
Es normal que al principio te cueste un poco y te resulte complicado. Pero no te agobies ni te juzgues. En su lugar, tómate los obstáculos o las dificultades que te encuentres como algo alentador.
- Principales dificultades al practicar mindfulness: pensar que meditar es difícil.
Esta idea es propia de quienes aún no practican la meditación y es más un prejuicio. Cuando comienzas a hacerlo te das cuenta de que con la práctica es algo sencillo. Además, puedes recurrir a profesionales de la meditación que te ayuden en el proceso.
- Principales dificultades al practicar mindfulness: creer que durante la meditación no hay que pensar.
La creencia de que en la meditación hay que dejar la mente en blanco es un error común. Durante la meditación, lo que debemos hacer es acoger de manera amable las distracciones y lo que ocurre durante la misma, observarlo y volver a redirigir la atención.
- Principales dificultades al practicar mindfulness: pensar que la meditación tiene una base religiosa o espiritual.
La meditación no es una veneración. Consiste en relajar nuestra mente para aumentar nuestra bienestar, atención y concentración.
- Principales dificultades al practicar mindfulness: no tener tiempo para practicar técnicas de relajación.
A lo largo del día invertimos mucho tiempo en tareas que no nos benefician tanto como la meditación, como ver la televisión o el móvil, por lo que podemos restarles tiempo y dedicarnos 20 o 30 minutos a relajarnos.
También, como hemos comentado antes, podemos meditar mientras realizamos nuestros quehaceres diarios. Por ejemplo, puedes meditar mientras te arreglas para ir al trabajo o mientras recoges la casa.
Y recuerda: el mindfulness no solo es meditación. También es saber apreciar el conjunto de los pequeños “grandes” momentos que nos regala la vida. Un paseo en buena compañía, escuchar tu canción favorita mientras practicas deporte o sentarte a disfrutar del atardecer.