La gastritis es una afección muy frecuente. De hecho, constituye uno de los procesos inflamatorios crónicos más comunes en el ser humano.
Se trata de una dolencia que no suele revestir gravedad, no obstante, puede afectar considerablemente la calidad de vida de las personas que la sufren, por lo que es muy importante adoptar medidas para paliar los síntomas y evitar que estos empeoren. La dieta tiene un papel fundamental en el tratamiento y el abordaje de la gastritis, ya que ciertos alimentos y preparaciones pueden ayudar a mejorar su sintomatología, mientras que otros pueden agravarla.
En este post descubrirás qué es la gastritis, por qué se produce y cómo puedes adaptar tu dieta para minimizar los síntomas de esta afección y disfrutar de una mejor salud digestiva. Además de descubrir qué comer con gastritis, también conocerás algunas recomendaciones y consejos interesantes que pueden ayudarte en el tratamiento de esta patología.
Qué es la gastritis
La gastritis se caracteriza por la inflamación del tejido de revestimiento de la parte superior del aparato digestivo, es decir, de la mucosa del estómago.
Los síntomas que acompañan a la gastritis suelen ser ardor de estómago, sensación de hinchazón o digestión lenta tras la ingesta, pero también pueden producirse náuseas e incluso vómitos.
Para confirmar el diagnóstico de esta patología, es habitual la realización de pruebas, entre ellas, la más frecuente es la endoscopia gastrointestinal o gastroscopia, un procedimiento que se lleva a cabo con un endoscopio (un tubo flexible con una cámara) para visualizar la mucosa digestiva. Durante la prueba, se obtienen pequeñas muestras de tejido del revestimiento del estómago que serán posteriormente analizadas para obtener un diagnóstico.
Por otro lado, para determinar la causa de la gastritis, es frecuente recurrir a otras pruebas como los análisis de sangre y/o de heces o el análisis de aliento con urea. Esta última prueba permite comprobar, de forma no invasiva, si existe infección por Helicobacter pylori, una de las principales causas de gastritis crónica y de úlcera gástrica y duodenal.
Causas de la gastritis y factores de riesgo
La gastritis puede tener múltiples causas, desde infecciones bacterianas y estrés hasta el consumo de ciertos medicamentos y hábitos de vida. A continuación, se detallan los principales factores que pueden contribuir a su aparición.
Helicobacter pylori
Hace ya varios años, se descubrió que una bacteria, Helicobacter pylori, presente en el tracto digestivo de una buena parte de la población, tenía un papel muy relevante en la producción de gastritis. Este hecho supuso un gran avance en el campo de la gastroenterología, puesto que, hasta ese momento, todos los estudios sobre las enfermedades gastroduodenales se centraban en la influencia de la secreción ácida.
El Helicobacter pylori es una de las causas más frecuentes de infección bacteriana crónica en el ser humano. Afecta a toda la población mundial y a todas las edades y su prevalencia aumenta con la edad.
En los países desarrollados, la prevalencia de esta infección en niños es del 5-10% y, en adultos, del 20-30%, aumentando hasta el 60-70% en los mayores de 40 años.
Estrés
Además del Helicobacter pylori, el estrés es otra causa destacada de gastritis. En situaciones de estrés prolongado, el sistema digestivo puede volverse más vulnerable, lo que facilita la aparición de inflamación en la mucosa gástrica.
Ingesta de ciertos medicamentos
Otra de las causas puede ser la toma de ciertos medicamentos, como, por ejemplo, el ácido acetilsalicílico (aspirina) o los AINES (antiinflamatorios no esteroideos), tipo el ibuprofeno, el naproxeno, el diclofenaco o el dexketoprofeno.
Ciertas enfermedades
Algunas enfermedades también pueden aumentar el riesgo de gastritis. Entre ellas se encuentran las afecciones inflamatorias crónicas, como la enfermedad de Crohn y la enfermedad celíaca, que también pueden producir inflamación en la mucosa del tracto digestivo.
Consumo de tabaco y alcohol
Por otro lado, hay ciertos factores de riesgo que pueden relacionarse con la gastritis, como el tabaquismo o el consumo excesivo de alcohol, ya que, tanto la nicotina y otras sustancias presentes en el tabaco, como el alcohol, son potentes irritantes y erosivos de la mucosa gástrica.
Tratamiento de la gastritis
El tratamiento de la gastritis dependerá de la causa que la haya provocado.
Por ejemplo, en el caso de que exista infección por Helicobacter pylori, el tratamiento más habitual consistirá en la combinación de varios fármacos: inhibidores de la bomba de protones (como el omeprazol o pantoprazol) y antibióticos (amoxicilina y claritromicina).
Si la gastritis está producida por el consumo de ciertos medicamentos, como los antiinflamatorios no esteroideos, o por el alcohol, los tratamientos se basarán en evitar la ingesta de estas sustancias.
Por otro lado, si la gastritis se acompaña de acidez o ardor de estómago, existen fármacos para aliviar este síntoma: como los inhibidores de la bomba de protones (omeprazol, pantoprazol, etc.), los alginatos y otros antiácidos. Estos fármacos suelen actuar inhibiendo la secreción ácida del estómago o neutralizándola.
No obstante, independientemente de cuál sea el tratamiento farmacológico, es muy recomendable seguir algunas recomendaciones dietéticas para mejorar los síntomas y las molestias que la gastritis pueda ocasionar. Por este motivo, saber qué comer con gastritis y qué alimentos se deben evitar puede resultar muy útil para las personas que sufren de esta afección.
Qué comer con gastritis
Una dieta para la gastritis debe ser suave y ligera, de fácil digestión y que no produzca irritación en la mucosa gástrica.
Teniendo en cuenta estos factores, vamos a conocer ahora algunos de los alimentos más recomendables, así como aquellos que es preferible evitar, con el fin de mejorar el bienestar digestivo y aliviar los síntomas de la gastritis.
No obstante, ante cualquier cambio que queramos hacer en nuestra alimentación, siempre es recomendable asesorarse por parte de un dietista nutricionista o un profesional de la salud.
Verduras y hortalizas
Las verduras y hortalizas, por su gran aporte de nutrientes, vitaminas y fibra, son esenciales en la dieta, pero, en caso de gastritis, se recomienda consumirlas cocidas, al horno o al vapor, mejor que crudas, ya que son más digestivas. Por esta razón, también es recomendable evitar tomarlas fritas o rebozadas. Una buena opción es incluir este grupo de alimentos en forma de crema o puré.
Entre todas las verduras y hortalizas, destacaríamos las siguientes:
- Zanahorias: ricas en betacarotenos y antioxidantes, las zanahorias cocidas ayudan a reducir la inflamación y promueven una digestión saludable.
- Calabacín: su textura suave y su alto contenido en agua lo hacen ideal para personas con problemas digestivos.
- Berenjena: contiene flavonoides y antioxidantes, es muy baja en calorías y carbohidratos y no tiene apenas grasa, por lo que se trata de un alimento ideal para incluir en la alimentación.
Por otro lado, es preferible evitar las verduras que pueden producir gases, como la col, la coliflor o las coles de bruselas, para asegurar una mejor digestión.
Las hortalizas que se deben consumir con moderación si se sufre de gastritis son, el ajo, la cebolla, el tomate, el pepino y el pimiento.
Frutas
Igual que las verduras y hortalizas, las frutas son alimentos que constituyen una excelente fuente de vitaminas, minerales y fibra, pero no todas son recomendables en caso de gastritis. Ya que, por ejemplo, los cítricos (como la naranja, el limón, las mandarinas, etc.) y el kiwi, por su acidez pueden irritar la mucosa gástrica y conviene evitarlos, especialmente en la fase más aguda de gastritis.
Siempre es recomendable que la fruta esté madura y sin piel, para facilitar su digestión. También se puede consumir en compota o en conserva, ya que, de esta manera, se suele tolerar mejor.
Estas son algunas de las frutas más beneficiosas si sufres de gastritis, dispepsia y/o acidez, ardor de estómago:
- Plátano: su textura suave y su contenido en almidón ayudan a proteger el revestimiento del estómago.
- Manzana (cocida o al horno): contiene pectina, que favorece la digestión y puede ayudar a reducir la acidez estomacal.
- Pera: rica en fibra y con bajo contenido ácido, es una excelente opción para incluir en la dieta.
Alimentos ricos en hidratos de carbono
Los cereales, como el trigo, la avena, el centeno o el arroz, y las patatas son las principales fuentes de carbohidratos complejos, por lo que es fundamental que estén presentes en la dieta. Además, ayudan a mantener los niveles de energía y promueven una digestión saludable.
Aunque existen muchos tipos de cereales y todos ellos pueden consumirse, ya que, en general, suelen ser bien tolerados, destacaremos algunos de ellos:
- Avena: es una excelente opción para el desayuno, ya que forma una capa protectora en el estómago y alivia la acidez.
- Arroz blanco o integral: es fácil de digerir y proporciona energía sin irritar el estómago.
- Quinoa: rica en proteínas y nutrientes, es uno de los alimentos mejor tolerados. Además, este pseudocereal ofrece una textura ligera que no daña el sistema digestivo.
En cuanto a la patata, preferiblemente hervida o al vapor, es una fuente de carbohidratos muy interesante para incorporar a nuestra alimentación, ya que aporta energía y su consistencia suave hace que sea muy bien aceptada por el estómago.
Carnes y pescados
Es importante incluir este grupo de alimentos, ya que constituyen la principal fuente de proteínas de alto valor biológico en la dieta.
Las carnes más recomendables son las carnes blancas y magras, como el pollo, el conejo o el pavo.
En cambio, la carne roja y los productos cárnicos procesados (embutidos, fiambres, salchichas, etc.), por su alto contenido en grasas, son alimentos que es conveniente evitar. Además, la sal y especias que contienen estos productos puede irritar la mucosa digestiva y agravar la gastritis.
En cuanto a los pescados, es preferible que sean poco grasos o semigrasos, como la merluza, el gallo, el rape o el lenguado, para favorecer una mejor digestión.
Las formas de cocción más adecuadas para este grupo de alimentos son al horno, al vapor o a la plancha, con muy poco aceite (preferiblemente aceite de oliva). Es conveniente evitar los rebozados o fritos y las salsas grasas y/o especialmente picantes.
Huevos
Pueden consumirse sin problemas. Siempre mejor hervidos o en forma de tortilla francesa, en lugar de fritos.
Legumbres
Son una buena fuente de proteínas de origen vegetal y aportan muchos nutrientes y fibra, por lo que es interesante que estos alimentos estén presentes en la dieta.
En algunas personas, las legumbres pueden producir gases y/o digestión pesada, por lo que, en estos casos, se recomienda triturarlas y pasarlas por el pasapurés para eliminar la piel o incluso, suprimirlas de la dieta de manera temporal para introducirlas más adelante.
Lácteos
Los productos lácteos o derivados de la leche son una buena opción para neutralizar la acidez y proteger las paredes del estómago.
Si no hay problemas de intolerancia a la lactosa o alergia a alguna proteína de la leche de vaca y derivados, tanto la propia leche como los yogures y los quesos son alimentos que se pueden incluir en la dieta, aunque es preferible consumirlos en sus formas desnatadas o bajas en grasas.
En cambio, la nata y la mantequilla son productos lácteos que, por su alto contenido en grasas, se deben consumir con moderación.
Agua
Asegurar un aporte suficiente de agua (de 1,5 a 2 litros al día) es fundamental para mantener una buena salud en general y también la salud digestiva. El agua debe ser, por tanto, la bebida principal en la dieta para la gastritis, aunque también se pueden introducir otras bebidas, como las infusiones o caldos desgrasados.
En cambio, las bebidas que se deberían evitar en caso de gastritis, dispepsia o problemas digestivos, son el café, el té, las bebidas de cola, el alcohol y las bebidas carbonatadas.
La importancia de una dieta sana y equilibrada
Tal como hemos visto, llevar una dieta adecuada es fundamental para manejar los síntomas de la gastritis y mejorar el bienestar digestivo. Al optar por alimentos suaves, bajos en grasa y con poca acidez, se consigue aliviar la inflamación y promover una mejor digestión. No obstante, hay que tener en cuenta que cada persona es diferente, y lo que funciona para algunos puede no funcionar para otros.
Es importante remarcar que, antes de realizar cambios significativos en la dieta, lo ideal sería acudir a un especialista, dietista nutricionista, para garantizar que el aporte de nutrientes en la dieta es suficiente y adecuado y cubre con los requerimientos específicos.
Consejos para la gastritis
Además de todo lo mencionado anteriormente, es importante seguir las siguientes recomendaciones:
- Masticar y comer lentamente.
- Identificar y evitar aquellos alimentos que puedan producir los síntomas de la gastritis.
- Fraccionar la dieta en pequeños volúmenes (5 tomas al día en lugar de 3 comidas principales).
- Evitar comer a altas horas de la noche.
- No acostarse inmediatamente después de comer, esperar al menos unas dos horas.
- Mantener un peso adecuado.
- No realizar ejercicio físico extremo o inmediatamente después de comer.
- Evitar la ropa excesivamente apretada y los cinturones ajustados, ya que pueden incrementar la presión intraabdominal.
- Controlar el estrés.
- Evitar el consumo de bebidas alcohólicas y tabaco.
- Evitar el tabaco
¿Cuándo acudir al médico?
Cuando los síntomas de la gastritis se prolongan más allá de una semana o cuando existe dolor intenso o vómitos que no permiten retener nada de lo que se come, es importante acudir al médico.