¿Sientes fatiga, cansancio, pérdida de energía y cambios de humor con la llegada del buen tiempo? Son síntomas característicos de la astenia primaveral, un trastorno estacional frecuente en esta época del año que puede llegar a interferir en tu energía y ánimo para realizar tus actividades cotidianas y hasta causarte dolor muscular. En este artículo de POR UNA VIDA ACTIVA vamos a ver las causas de la astenia primaveral, sus principales síntomas y consejos para atenuar estas alteraciones con el cambio de estación.
¿Qué es la astenia primaveral?
La astenia primaveral es un trastorno que afecta a muchas personas durante el cambio de
estación del invierno a la primavera, por lo que las sensaciones son más notables en los
meses de marzo, abril, mayo e incluso junio.
El término “astenia” significa falta de energía, cansancio o debilidad y dolor muscular ya que la fatiga es el síntoma más frecuente de este trastorno. Aunque podemos notar otras sensaciones como cambios de humor, irritabilidad, somnolencia e, incluso, cefaleas.
¿Cuáles son las causas de la astenia primaveral?
A diferencia de otras patologías, la astenia primaveral no es consecuencia de una única causa, sino de una combinación de factores ambientales que suponen un trastorno para el organismo.
- Cambio en las horas de luz solar
Con el cambio de estación y la llegada de la primavera los días son más largos, por lo que tenemos más horas de luz solar y nos acercamos al horario de verano. Este cambio puede alterar nuestro ritmo circadiano, que regula los ciclos de sueño y vigilia de nuestro organismo. Es decir, se altera nuestro reloj biológico natural para conciliar el sueño. Esto puede provocar alteraciones del sueño y, con ello, cansancio y somnolencia durante el día.
Adicionalmente, para ajustarnos a este aumento en las horas de luz cambiamos al horario de verano. Esto supone que adelantamos los relojes una hora (tenemos una hora menos de sueño la noche del cambio). Para muchas personas, este cambio supone una alteración temporal a las que les cuesta adaptarse. Durante este tiempo, pueden sentir desorientación y cansancio, lo cual empeora los síntomas de la astenia primaveral.
- Alteraciones hormonales
Los cambios en las horas de luz propios de esta época del año afectan a los seres vivos, especialmente a nivel hormonal. La serotonina es una hormona que influye en el estado de ánimo; la melatonina es la hormona que regula el sueño. Ambas hormonas pueden verse afectadas por el aumento de horas de luz y producir alteraciones en el humor, el sueño y la energía.
- Cambios en la presión
Los cambios en la presión atmosférica son variaciones en el peso del aire sobre la superficie terrestre, que pueden influir en el clima y afectar la salud, causando dolores de cabeza y fatiga.
En primavera son comunes estos cambios en la presión atmosférica y pueden afectar a unas personas más que a otras. Por tanto, la sensibilidad a los cambios en la presión atmosférica depende del paciente y puede llegar a agravar los síntomas de astenia primaveral.
- Cambios en las temperaturas
Durante la primavera el clima no suele ser estable. Los cambios de temperaturas pueden suponer un reto para nuestro cuerpo, que necesita un tiempo para adaptarse a las variaciones. Esto es especialmente notable en los días cálidos, porque el calor puede provocar la sensación de falta de energía y cansancio.
Si el calor se da durante las horas de descanso, puede provocar alteraciones del sueño con la consecuente somnolencia durante el día por no haber dormido bien.
- Alergias
La astenia primaveral puede verse agravada por patologías como las alergias, especialmente la alergia al polen que es la más frecuente en primavera. Las alergias se caracterizan por causar congestión nasal, rinitis, molestias en los ojos y estornudos. Además, ocasionan síntomas muy similares a los de la astenia primaveral como la fatiga y la sensación de “mal cuerpo”.
Algunos tipos de medicamentos para tratar la alergia pueden causar somnolencia. Puedes consultar al médico si tu medicación agrava los síntomas de cansancio y fatiga para valorar un cambio de la medicación.
¿Cuáles son los síntomas de la astenia primaveral?
Los síntomas y la sensibilidad a la astenia primaveral pueden variar de un paciente a otro. Vamos a ver los síntomas más comunes:
- Cambios de humor
Con la astenia primaveral son normales los cambios en el estado de ánimo como la irritabilidad, la ansiedad y la tristeza sin razón aparente. Estos cambios de humor pueden afectar a las relaciones interpersonales y a la calidad de vida.
- Sensación de cansancio y fatiga persistente
La fatiga es uno de los síntomas más característicos de la astenia primaveral. Esta sensación de agotamiento y cansancio constante no se alivia con el descanso, lo cual influye en el ánimo y energía para el desempeño de actividades cotidianas.
Esta disminución de la energía puede estar relacionada tanto con la alteración del ritmo circadiano como con los cambios hormonales que ocurren con la llegada de la primavera.
- Dificultad para conciliar el sueño
Con frecuencia, las personas que manifiestan astenia primaveral presentan problemas para conciliar el sueño o se despiertan durante la noche. Esta dificultad para conciliar el sueño empeora otros problemas como el decaimiento y la debilidad durante el día.
- Trastornos físicos
En algunos casos, la astenia primaveral puede manifestarse con alteraciones físicas. Los síntomas más comunes son las cefaleas (dolor de cabeza) y los dolores musculares que pueden empeorar la sensación de malestar.
La astenia otoñal también es un trastorno similar que ocasiona estos síntomas pero que se da en esa época del año.
Todas estas alteraciones pueden afectar a la salud física y mental. Esto puede ocasionar pérdida de motivación, rendimiento y ánimo. Es importante comprender todas estas sensaciones y alteraciones propias de la astenia primaveral para controlar y minimizar su impacto en la calidad de vida.
No obstante, no debemos confundir la astenia primaveral con otras enfermedades que también causan síntomas como la fatiga o el decaimiento. Son ejemplos la depresión o el síndrome de la fatiga crónica que son enfermedades más severas, persistentes y requieren diagnóstico, evaluación y tratamiento médico.
Recomendaciones y consejos para reducir sus síntomas
Una vez sabemos identificar los trastornos y sensaciones más comunes de la astenia primaveral, podemos tomar algunas medidas para minimizar su impacto en nuestra vida cotidiana.
- Cuida tu rutina de sueño
Intenta dormir y despertar a la misma hora todos los días. Esto minimizará las alteraciones de tu ritmo circadiano y la pérdida de vitalidad.
Si te cuesta conciliar el sueño o tienes insomnio, puedes tomar infusiones relajantes o suplementos con activos como la valeriana o la melatonina. En casos graves o persistentes, consulta a tu médico.
- Mantén una alimentación equilibrada y saludable
Tu dieta tiene un impacto directo en tu salud general. Consume alimentos saludables ricos en nutrientes como vitaminas y minerales que cuidan la salud de tu cuerpo. Los alimentos ricos en hidratos de carbono te aportarán energía.
Bajo el consejo de un profesional de la salud, puedes valorar tomar suplementos con vitaminas.
También es importante que bebas agua en cantidad suficiente para mantener un correcto nivel de hidratación.
- Realiza ejercicio físico moderado
El ejercicio físico mejora tu salud general y también te ayuda a sentirte con más energía. Puedes practicarlo al aire libre para mejorar tu estado de ánimo.
- Evita el estrés
En caso de estrés, ansiedad o nerviosismo practica técnicas de relajación como el yoga, la meditación o el mindfulness. Estas técnicas te ayudarán a sentirte más relajado y a mejorar el bienestar de cuerpo y mente.
Si los síntomas son muy intensos, persistentes y afectan a tu calidad de vida consulta a tu médico especialista.
En POR UNA VIDA ACTIVA recomendamos seguir estos consejos y cuidar tus hábitos saludables siempre. También en esta época del año para mejorar la vitalidad.
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